sábado, 10 de marzo de 2018

La novela 1984 escrita por George Orwell, poco a poco se va quedando corta con la realidad que día a día nos están imponiendo.

Inquietante interpretación futurista basada en la crítica a los totalitarismos y a la opresión del poder, situada en 1984 en una sociedad inglesa dominada por un sistema de "colectivismo burocrático" controlada por el Gran Hermano. Londres, 1984: Winston Smith decide rebelarse ante un gobierno totalitario que controla cada uno de los movimientos de sus ciudadanos y castiga incluso a aquellos que delinquen con el pensamiento. Consciente de las terribles consecuencias que puede acarrear la disidencia, Winston se une a la ambigua Hermandad por mediación del líder O’Brien. Paulatinamente, sin embargo, nuestro protagonista va comprendiendo que ni la Hermandad ni O’Brien son lo que aparentan, y que la rebelión, al cabo, quizá sea un objetivo inalcanzable. Por su magnífico análisis del poder y de las relaciones y dependencias que crea en los individuos, 1984 es una de las novelas más inquietantes y atractivas de este siglo.

He leído la novela original en dos ocasiones, y esta adaptación gráfica me ha parecido muy buena y fiel a ella.
Se trata de una distopía en la que el mundo está gobernado por el Gran Hermano y controlado por la Policía del Pensamiento. El protagonista es Winston Smith, que trabaja en el Ministerio de la Verdad reescribiendo la historia. Su “problema” es que, por muchos lavados de cerebro que reciba, él no olvida el pasado. 
A pesar de que el formato gráfico implica una mayor brevedad y concisión en cuanto a la trama, en mi opinión es una adaptación excelente que plasma de manera escalofriante los elementos principales del texto original. Se describe perfectamente el mundo totalitario en el que vive Winston, así como sus reflexiones. Aparte de la portada, sólo se usan los colores blanco, negro y gris. Las viñetas son muy expresivas y transmiten magníficamente las ideas. 
Ha sido una lectura muy interesante y que recomiendo. Me ha gustado mucho, además la historieta tiene entidad por sí sola, sin necesidad de haber leído la novela en la que se basa; aunque no dejaré de recomendar la obra de Orwell, imprescindible.

planeta deuda recomienda encarecidamente leer la obra.

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